¿Que es?

El trastorno de ansiedad generalizada es un patrón de preocupación y ansiedad frecuente y constante acerca de muchos acontecimientos o actividades diferentes.

Es una afección común que puede comenzar en cualquier momento de la vida, incluso en la niñez, y es ligeramente más frecuente en las mujeres que en los hombres.

¿Por qué se produce?

Las situaciones estresantes de la vida o el comportamiento aprendido pueden contribuir al desarrollo del trastorno de ansiedad generalizada. Algunas investigaciones sugieren que los genes pueden estar implicados en su desarrollo.

Síntomas
El síntoma principal es la presencia casi constante de preocupación o tensión, incluso cuando hay poca o ninguna causa. Las preocupaciones parecen flotar de un problema a otro, como problemas familiares o de relaciones interpersonales, cuestiones de trabajo, dinero, salud y otros problemas. Incluso estando consciente de que sus preocupaciones o miedos son más fuertes de lo necesario, una persona con trastorno de ansiedad generalizada aún tiene dificultad para controlarlos. Otros síntomas pueden abarcar:
– Dificultad para concentrarse
– Fatiga
– Irritabilidad
– Problemas para conciliar el sueño y permanecer dormido, y sueño que a menudo no es reparador ni satisfactorio
– Nerviosismo o sentirse agitado o “con los nervios de punta”, a menudo resultando sobresaltado con mucha facilidad
Junto con las preocupaciones y las ansiedades, también pueden estar presentes muchos síntomas físicos, incluyendo tensión muscular (temblor, dolor de cabeza).

¿Cómo se diagnostica?
Un examen físico y una evaluación psicológica pueden descartar otras causas de ansiedad. El médico debe descartar trastornos físicos que pueden enmascarar la ansiedad, así como síntomas causados por fármacos. Este proceso puede incluir diferentes exámenes.

¿Cómo se trata?
El objetivo de la terapia es ayudar al paciente a desempeñarse bien durante la vida diaria. La terapia conductista cognitiva y los medicamentos son los pilares fundamentales del tratamiento. Un estilo de vida saludable que incluya ejercicio, descanso suficiente y buena nutrición pueden ayudar a reducir el impacto de la ansiedad.

Fuente: Instituto Nacional de Salud Mental, EE.UU.